Reseña de «Ámome» de J.E.M Celeste

¡Hola! Bienvenido un día más al blog. Como ya va siendo habitual en estos meses del Premio Literario 2018 de Amazon, continúo con las reseñas de libros participantes que he leído. Hoy le toca a Ámome de J.E.M Celeste, una novela mezcla entre el intimismo, la ciencia ficción y la espiritualidad, y con la que también he tenido el gusto de participar en su revisión y en el diseño de su cubierta.

Ante nosotros tenemos a una novela que, a pesar de contener elementos de la ciencia ficción, adquiere características de otro tipo de novelas como son la intimista y la espiritual. ¿Por qué digo esto? Bueno, contextualicemos un poco la obra para entenderlo. Ámome está estructurada en tres partes contadas por Aidan, el protagonista. Comenzamos la historia con el narrador en tercera persona, pero, de  inmediato (a partir del segundo capítulo), se transformará en una obra narrada casi en su totalidad en primera, y nos introduciremos de lleno en una regresión o flashback del protagonista para empezar a conocerlo desde su origen. De hecho, toda esta primera parte se corresponde a la niñez de Aidan y será en los capítulos que la conforman donde la autora establecerá las bases para entender ciertos comportamientos y situaciones que se desarrollarán después. El tono general de la obra, más acusado en esta primera parte es reflexivo, rozando lo espiritual, pues está determinado por los pensamientos y reflexiones de un pequeño Aidan, que poco a poco irá creciendo, junto con los correos que su madre envía a su padre desaparecido.

En la segunda parte, empezamos a ver elementos de la ciencia ficción que, en la primera, solo habíamos podido apreciar en un par de ocasiones. Si el ritmo narrativo era más pausado en los primeros capítulos, en los de la segunda parte se aceleran y comenzamos a meternos en la trama, aunque no se dejan de lado las reflexiones ni los pensamientos, que más adelante explicaré brevemente. Para no destripar nada, solo diré que aquí, y ya en la tercera parte, que sirve como colofón, seremos testigos del enfrentamiento entre la tecnología, en la que he creído (y esto es opinión personal, por supuesto) ver personificada la peor cara del ser humano, y la naturaleza, representada en varias escenas en la novela, en personajes como Oliver (el perro de la familia de Aidan) y, por supuesto, en las almas.

De esta manera, Ámome nos invita a reflexionar. Nos habla de que todas las criaturas son puras hasta que se corrompen y que debemos amar para evitar que esta corrupción no se produzca. Aidan no es un humano común y corriente por su particular condición de alma residente en un cuerpo sintético, pero ¿qué es lo que nos hace verdaderamente humanos? ¿Nuestro aspecto físico, nuestra carne? ¿O, quizá, sea nuestra alma, nuestra inteligencia, lo intangible? En Ámome veremos diferentes tipos de amor, desde el infinito de una madre, pasando por el amor que profesamos al crear vínculos de familia y amistad, sin importar las especies implicadas, pasando por el amor de pareja en sus múltiples formas, ya que la novela también trata con una naturalidad aplastante el tema LGTBI.

En definitiva, la obra nos da a entender que todo lo que somos es amor, pero que nos convertimos en criaturas corrompidas por elementos negativos como la presión social, la ignorancia y el rechazo por lo diferente, el miedo a expresar lo que se siente, la venganza, la muerte… Entonces, ¿recomiendo su lectura? Si tenemos en cuenta que yo recomiendo todas las lecturas que pasen por este blog, porque si aparecen es sinónimo de que me han gustado o el trabajo que en ellas hay las hacen merecedoras de ser leídas, la respuesta se hace evidente: sí, la recomiendo. Aunque, aquí debo de destacar un par de puntos que considero importantes para que nadie se lleve a engaño y pueda disfrutar de esta historia como se merece. Primero, no se trata de una novela de ciencia ficción convencional. Contiene elementos, sí, pero no nos esperemos aventuras galácticas, una gran trama tecnológica, cuestiones alienígenas, etc. La ciencia ficción sirve de base y contexto para desarrollar una reflexión profunda sobre el amor y los diferentes aspectos que he nombrado con anterioridad. Segundo, su ritmo narrativo es lento, así que es ideal para leerla con tranquilidad en busca de uno mismo. Hay algunas partes donde la acción se acrecienta, pero, como digo, el ritmo narrativo es constante y estable. Por lo tanto, si no perteneces a ese grupo de lectores que buscan lecturas rápidas y te gusta disfrutar de las letras con calma, te encantará esta novela.

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Y, bueno, hasta aquí la reseña de hoy, espero que os haya gustado y os anime a leer esta bonita obra. Como siempre, aprovecho para recordar que yo también participo con Freis. Los Coros del Llanto, por lo que, ya sabéis, ¡no tenéis excusas para no leer! Este veranito hay que disfrutar de buenas lecturas y hacerlo está al alcance de un solo click. ¡Felices letras y seguimos viéndonos en el blog y en mis diferentes redes sociales (que encontraréis en la columna de la derecha!

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Publicado por Vero Monroy

Filóloga, escritora, correctora y editora (portadista, maquetadora e ilustradora). Amante de los animales y de la fantasía. Los géneros con los que trabajo como autora son el fantástico y el sobrenatural. Ilustro tanto mis ideas como las de otros autores o todo aquel que quiera ver sus sueños plasmados en un dibujo, corrijo y reviso textos, novelas y trabajos así como diseño portadas y maqueto obras.

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