Reseña de Tejido de favores: Asuntos pendientes

¡Hola, almas literarias! Hoy os traigo una nueva reseña, esta vez algo especial por el género al que pertenece. Se trata de Tejido de favores: Asuntos pendientes, de Alex A. Moresti, pseudónimo del escritor Ager Aguirre.

Tejido de favores: Asuntos pendientes.

En primer lugar, he de decir que, en lo particular, no soy consumidora de literatura erótica, por lo que esta novela llegó a mi por temas de corrección. Dicho esto, me llevé una muy grata sorpresa al leerla, ya que, aunque es erótica, hay un argumento muy bien hilado y unos personajes bien construidos que, combinados con una trama llena de giros, convierten a este libro en una obra muy entretenida. No digo que otras historias para adultos no tengan un argumento trabajado detrás, sino que esta, en concreto, si bien hay un peso importante del erotismo, no predomina el componente sexual.

Asuntos pendientes es la continuación de El sabor del poder, ambas bajo el título de Tejido de favores. No obstante, sin haber leído la primera, el argumento se sigue muy bien, puesto que de la anterior historia solo se dan pinceladas de información necesarias para situarnos y entender las motivaciones de la protagonista. Gema Romero, obligada a buscarse la vida con shows eróticos a través de webcam, vive ajena a todo lo que rodea a quienes destrozaron su carrera como periodista y hundieron su reputación. Sin embargo, el pasado siempre vuelve, y esta vez lo hará mediante un conocido que le presentará una propuesta que no podrá rechazar: la posibilidad de vengarse.

En este punto, hay que reconocer que el sexo tiene una importancia relevante en la obra, ya que no solo aparece como un elemento de placer personal, sino también como un arma para obtener aquello que se desea, ya sea información o silencios. Por eso, creo conveniente aclarar que Asuntos Pendientes es más que una novela erótica, ya que cuenta con un trasfondo de investigación que mantiene atento al lector atento y consigue que quiera saber qué ocurrirá a continuación. En esta obra seremos testigos de corruptelas, pactos y espionajes, siendo la crítica política dura y una de las bases que sostienen el peso narrativo.

Aquí haré un inciso para destacar algo que me ha gustado bastante, y es la psique de los personajes. La novela está escrita en primera persona, esto es, desde la perspectiva de Gema. Por lo tanto, gracias a las reflexiones, los análisis y comentarios de la protagonista vamos a entender por qué actúa como lo hace y sin tapujos. Se nos muestra así a una Gema que conoceremos por completo (no olvidemos que, al ser una novela erótica, vamos a presenciar escenas de alto voltaje narradas por ella misma) y, además, entraremos en ese divertido juego de comprobar si los otros personajes son como realmente cree ella o no.

El lenguaje es sencillo y resolutivo, es decir, se entiende bien y deja a un lado recursos literarios que, en una obra de estas características, solo conseguirían ralentizar la trama. Por lo tanto, predomina la narración frente a la descripción, sin que, ¡ojo!, se prescinda de ella. Además, algo que agradezco mucho (si he de leer literatura erótica) es el uso de vocabulario concreto y directo, sin caer en la vulgaridad. Porque, no nos engañemos, una cosa es leer léxico vulgar en boca de un personaje por contexto y sus características personales, físicas y sociales, y otra es leer a un narrador que continuamente utiliza este tipo de vocabulario, que lo único que consigue es empobrecer el texto.

Por último, solo me queda mencionar que Alex A. Moresti o Ager consigue sorprender. Tiene un par de giros muy buenos que te hacen asentir con la cabeza reconociendo que no los viste venir. Por lo tanto, si te gusta la novela erótica, pero buscas lecturas que van más allá de la línea sexual y más complejas, te recomiendo esta obra erótica de investigación. Aunque, si te gusta el autor, y no conocías su pseudónimo, probablemente ya estés deseando darle una oportunidad.

A continuación, te dejo el enlace de la novela y, ya sabes, si te ha gustado esta reseña, no dudes de compartirla en tus redes sociales, dejarme un comentario o, si no estás suscrito, suscribirte al blog para leer más contenido interesante. ¡Un abrazo y felices letras!

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