¡Feliz miércoles!
¿Cómo vais llevando la semana? Espero que bien, por supuesto. Hoy vamos con otra reseña de lectura. En esta ocasión, vamos a hablar de uno de mis géneros favoritos: el thriller sobrenatural. Así que, si te gusta este género o te da curiosidad, ¡acomódate que empezamos!
Olvida de Martin McCoy y Gemma Herrero Virto
Lo primero que tengo que señalar antes de comenzar esta reseña es que Gemma es una autora a la que ya he leído y de quien, debo decir, me gustan mucho sus tramas sobrenaturales. A Martin no lo había leído aún, así que este libro, que junta aspectos sobrenaturales con policíacos y de investigación, se presentaba como una oportunidad perfecta para hacerlo.

Dicho esto Olvida, como ya he adelantado, es una novela de corte negro y sobrenatural. En ella veremos que se une la investigación con el mundo oculto de cierto tipo de criaturas sobrenaturales que el lector más fanático o acostumbrado a este género captará nada más empezar el libro. Esto, a los lectores del género gusta, porque ya sabes o prevés con qué te vas a encontrar y deseas ver cómo se desarrolla esta nueva historia de seres ocultos. El libro, según amazon, cuenta con 432 páginas en su versión en papel y lo reconoceremos por la portada en tonos negros, blancos y con el título azul característico con la V marcada. En este punto, muchos pensarán que la V marcada es por Véronique, una de los protagonistas, pero después de leer el libro, yo lo he interpretado más por los vampiros (llamadme loca, sí; esto lo tendrán que confirmar o desmentir los autores ja, ja, ja).
Y, en efecto, nos vamos a encontrar con vampiros. Antes de hacer esta afirmación tan contundente, he de decir que hablé con Gemma para saber si podía mencionar o no este aspecto clave, y como la respuesta fue que sí, podremos analizar esta novela en su totalidad. El título de Olvida adquiere un sentido pleno cuando terminas de leer el libro, aunque este comience con la misma orden.
Detroit, escenario marginal… y vampírico
La trama de Olvida transcurre en Detroit, conocida por ser una ciudad conflictiva y donde las ideologías contrarias se presentan bajo bandas callejeras. Este es el punto de partida de la novela, la desaparición de un joven blanco de buena familia que se ha unido recientemente a una de estas bandas. Tal y como iremos viendo a lo largo de la novela, las desapariciones no son algo infrecuente en Detroit. Al contrario, personas marginales como vagabundos, prostitutas, etcétera, suelen desaparecer sin que nadie se preocupe por ello, algo que, como es lógico, beneficia a las criaturas ocultas. Sin embargo, el hecho de que esta desaparición sea de un chico de buena familia, enciende las alarmas de la policía.
Una de las características que considero que debe tener el thriller sobrenatural obligatoriamente es que sea verosímil. Es decir, partimos del hecho de que vamos a contar una historia con criaturas paranormales, sobrenaturales o fantásticas, por ende, la dificultad de llevar a buen puerto este tipo de argumento es que el lector asimile su presencia como cierta y creíble en el contexto de la obra. En este caso, Gemma y McCoy lo consiguen, puesto que las actuaciones de los vampiros tienen sus motivos y son coherentes. Se mueven y alimentan por la noche, en barrios o locales por los que no pasaría cualquiera, y cuidando (la mayoría de las veces), el procedimiento y la forma de actuar. Por eso, cuando empiezan a sucederse asesinatos violentos, el equilibrio humano-sobrenatural se ve azotado y genera el conflicto principal de la obra. No nos engañemos, la desaparición de Patrick solo es el punto de partida.

Narrador en primera persona; Erik y Nicky

Olvida está narrada desde dos perspectivas diferentes. Por un lado, tenemos la humana, por parte de Erik. Este detective se nos muestra como una persona inteligente, aunque un tanto obsesiva (un rasgo que le llevará a involucrarse hasta el fondo en un asunto que, por su condición, no le concierne). Además, pone el punto racional a la novela. Piensa como un humano, se escandaliza como un humano y sufre como un humano. Contrasta así con la frialdad de Véronique, o Nicky, cuya naturaleza nos hace verla, en un principio, como una mujer segura de sí misma, pedante y orgullosa (es lo que tiene la inmortalidad, que te hace ver la vida de otro modo). Ambos se ven obligados a trabajar juntos por intereses en común, ya que la desaparición de Patrick ha alertado tanto a la policía como a los vampiros «jefazos» que creen controlar Detroit. Y has leído bien «creen controlar», porque la obra deja bien claro que, por muy sobrenatural que seas, por mucho que creas tener sometida a una «especie menor», el control absoluto no existe, y menos con unos seres tan impredecibles como los humanos.
El lenguaje de Erik y Nicky es parecido, algo lógico si tenemos en cuenta que ambos viven en Detroit, pero reconocible. Ambos son directos, pero él es más impulsivo, mientras que ella es más pausada, y ambos se complementan bien porque muestra ese contraste entre la vida de unos años con la vida de cientos. Este juego de parecidos y diferencias les llevará a crear una amistad más allá del caso que les atañe. Lo que ocurra entre ellos ya tendrás que averiguarlo tú.
Conviértete y pierde tu humanidad… ¿o no?

Para concluir la reseña vamos a hablar brevemente de los vampiros. Los autores, al comienzo de la obra ya nos avisan de que es una novela violenta, por lo que, si te adentras en su lectura, ya sabes a lo que atenerte. Esta violencia viene, sin duda, por parte de los vampiros. Durante años se puso de moda la figura del vampiro como criatura sensual que te ofrece la vida eterna. La sangre siempre ha tenido una simbología claramente erótica. Sin embargo, esta visión «agradable» dista mucho de la leyenda en la que se basó Bram Stoker al crear al rey de los vampiros, Drácula. Los strigoi son seres sanguinarios que necesitan la sangre no por cuestiones eróticas ni sexuales, la necesitan como elixir vital. No dejan de ser muertos vivientes y requieren lo que da fuerza a nuestro corazón y órganos para que sigamos viviendo.
En Olvida, si bien vemos el aspecto «sensual» de los vampiros en algunos de ellos, este queda apartado a un lado con sus actuaciones. Gemma y McCoy han combinado la faceta de «señores de la noche» con la de los monstruos que en origen son, dando una clara importancia a esta última. Y les ha salido bien. Esta combinación de facetas consigue que tanto los lectores más afines a su versión más sensual como los que apuestan por su personalidad monstruosa queden contentos. Asimismo, abren un debate a la reflexión que el lector y solo el lector podrá responderse en base a lo que ha leído. ¿Son monstruos o, en realidad, son seres condenados? Al fin y al cabo, es muy importante recordar que todo vampiro fue una vez humano.
¿Recomiendo este libro?
Sí, siempre que no te asuste la violencia o la sangre. No es un libro apto para todos los públicos por los temas que trata, pero si te gusta el thriller sobrenatural y las novelas más «adultas», además del tema vampírico, es una novela que tienes que leer.
Y hasta aquí la reseña de hoy, queridos amantes de las letras. Espero que os haya gustado y, como siempre, os dejo el enlace de la obra por si os apetece leerla.
¿Y tú? ¿Has leído el libro? ¿Te gustan los thrillers sobrenaturales? ¿Y los vampiros? Ya sabes que puedes dejarme tu opinión en comentarios y, si te ha gustado la reseña, compartirla en tus redes sociales para que más gente conozca buenas lecturas.
¡Nos seguimos viendo y felices letras!
Mis Obras
Pedazo de reseñón!!! Muchísimas gracias por haberla leído y por este análisis tan exhaustivo de la novela. Es genial leer algo así sobre nuestra criaturilla 🙂
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¡Me alegra que te haya gustado! Un placer cuando las reseñas dejan buen sabor de boca 💜
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