Radio
Después de una divertida tarde pidiendo caramelos junto con los niños y su madre, se recostó como siempre en su sofá preferido y encendió la radio, pasadas las 00:00. Se sentía cansado, le parecía una tontería eso de Halloween; locuras americanas, pero todo fuera por contentar a los chicos.
Su programa favorito iba a comenzar. Le gustaba oír anécdotas graciosas de los oyentes, antes de irse a dormir. Pulsó el botón de emisoras favoritas y, a pesar de que la tenía grabada, esa vez le costó más sintonizarse. El ruido blanco, que como un crujido incesante lo torturó unos minutos, precedió a la voz del carismático locutor.
«Esta noche de muertos tenemos un especial de historias de terror, y comenzaremos con una delirante».
Al oír eso, estuvo a punto de apagar la radio. No le gustaban esos temas, pero la curiosidad pudo más que él.
«Sucedió hace más de un año. Dos buenos amigos, acabada la jornada laboral, solían acudir a una sala de apuestas para deshacerse del estrés acumulado. Sin embargo, lo que para uno era solo un pasatiempo, para otro se volvió una obsesión. Aun así, el más responsable de los dos jamás le dijo nada ni intentó detenerlo en ningún momento. Ni siquiera cuando en una partida lo perdió todo».
La radio se desintonizó de nuevo y él tragó saliva. Esa historia le era muy familiar.
«El tipo perdió sus ahorros, su casa, su mujer y sus hijos… y no lo aguantó, se suicidó. Pero ¡ay! Esa pobre familia no se iba a quedar sola, ¿verdad, Luis? Porque, claro, a ti te gustaba la mujer de tu amigo y, como el carroñero que eres, aprovechaste para presentarte como su salvador».
Luis se levantó de golpe. Conocía esa voz.
«Te diré algo, Luisito: los muertos no olvidan, jamás lo hacen. Y voy a por ti, Luis, voy a por ti. Te voy a llevar conmigo al infierno que te mereces».
Horrorizado, agarró la radio y la reventó contra la pared. Respiró hondo para tranquilizarse y se dio la vuelta. Un rostro conocido le estaba esperando.
©2021, Verónica Monroy
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La imagen utilizada para ilustrar este relato pertenece a su respectivo autor y se ha utilizado sin ninguna modificación ni con fines comerciales.
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